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Uso de Fertilizantes y daños ambientales

Introducción

La población mundial sigue aumentando y, consecuentemente, lo hace también la demanda de alimentos. Con tal de mejorar el rendimiento de las cosechas, el sector agrícola se apoya en los productos agroquímicos, como los fertilizantes.

La industria química desarrolla nuevas soluciones que mejoren el rendimiento de los agroquímicos y faciliten su aplicación. Se trata de aditivos y adyuvantes que son inertes para las plantas, pero mejoran la eficacia del producto formulado.

Los fertilizantes son sustancias ricas en nutrientes que se utilizan para mejorar las características del suelo para un mayor desarrollo de los cultivos agrícolas. Dentro de los fertilizantes químicos están los elaborados con los “nutrientes principales” para la tierra, que son nitrógeno, fósforo y potasio. Así también pueden contener altas sustancias tóxicas.

Contenido


El objetivo del uso de los fertilizantes es aumentar la concentración de los mismos que favorezca y potencie el crecimiento de las plantas.

Existen cuatro tipos de fertilizantes:

  1. Fertilizantes orgánicos: también se les conoce como abonos y son de origen animal o vegetal. Su principal beneficio es que el uso de fertilizantes orgánicos mejora el estado del suelo y favorece la retención de agua y nutrientes. Por este motivo, se utilizan sobre todo en la agricultura ecológica. Algunos tipos de fertilizantes orgánicos son el estiércol, el compost y los abonos verdes.
  2. Fertilizantes químicos: el mayor beneficio del uso de fertilizantes químicos en la agricultura es que se obtienen resultados muy rápidamente. De forma visible, mejoran el estado de salud de las plantas y aumentan la producción de las cosechas. Sin embargo, deben usarse eficazmente.
  3. Biofertilizantes: llamamos así al fertilizante para plantas que contiene microorganismos vivos. Al igual que los fertilizantes orgánicos, también se utilizan en la agricultura ecológica, ya que son muy respetuosos con el medio ambiente.
  4. Bioestimulantes: también incluyen microorganismos. La diferencia respecto a los biofertilizantes es que en este caso los microorganismos no se utilizan como nutriente sino para estimular el crecimiento de las plantas.

Por otro lado, los diferentes tipos de fertilizantes se aplican en: el suelo (radicular), al follaje (foliar) y al agua de riego (fertirriego).
Antes de pensar en la aplicación de los fertilizantes, todas las fuentes disponibles de los nutrientes deberían ser utilizadas, por ejemplo, excrementos de vaca, de cerdos, de pollos, desperdicios vegetales, paja, estiba de maíz y otros materiales orgánicos. Sin embargo, éstos deberían ser convertidos en abono y ser descompuestos antes de su aplicación en el suelo. Con la descomposición del material orgánico fresco, por ejemplo, paja de maíz, los nutrientes del suelo, particularmente el nitrógeno, serán fijados provisionalmente; de este modo no son disponibles para el cultivo posterior. Aun cuando el contenido de nutriente del material orgánico sea bajo y variable, el abono orgánico es muy valioso porque mejora las condiciones del suelo en general. La materia orgánica mejora la estructura del suelo, reduce la erosión del mismo, tiene un efecto regulador en la temperatura del suelo y le ayuda a almacenar más humedad, mejorando significativamente de esta manera su fertilidad. Además, la materia orgánica es un alimento necesario para los organismos del suelo. El abono orgánico a menudo crea la base para el uso exitoso de los fertilizantes minerales. La combinación de abono orgánico / materia orgánica y fertilizantes minerales (Sistema Integrado de Nutrición de las Plantas, SINP) ofrece las condiciones ambientales ideales para el cultivo, cuando el abono orgánico / la materia orgánica mejora las propiedades del suelo y el suministro de los fertilizantes minerales provee los nutrientes que las plantas necesitan. No obstante, el abono orgánico / la materia orgánica por sí solo no es suficiente (y a menudo no es disponible en grandes cantidades) para lograr el nivel de producción que el agricultor desea. Los fertilizantes minerales tienen que ser aplicados adicionalmente. Aún en países en los cuales una alta proporción de desperdicios orgánicos se utiliza como abono y suministro de material orgánico, el consumo de fertilizantes minerales se ha elevado constantemente.

Conclusión

Los efectos de los fertilizantes químicos sobre el medio ambiente están ampliamente probados y son incuestionables, estando demostrado que su uso conlleva un riesgo elevado de daños ambientales, como son la contaminación de las aguas subterráneas degradación de los suelos sobre los que se aplican, quemaduras de sal. Crecimiento exagerado, entre otros. Estos traspasan a los alimentos, animales y luego son consumidos por el ser humano.
Por tanto, es necesario encontrar puntos de equilibrio y complementarlos con abonos y compuestos orgánicos, además de analizar los suelos y plantas constantemente para asegurarse de que los diferentes valores sean los idóneos y detectar a tiempo reacciones negativas.

Es aquí donde nuestra empresa Grupo TSI Life Science - Eurofins entra a jugar un papel muy importante en el monitoreo de todos los agroquímicos existentes en el mercado, donde podemos analizarlos en todas las matrices: alimento vegetal y animal, suelos y aguas entre otras.

Bibliografía


BIOECO https://www.bioecoactual.com/ 

Monografías https://www.monografias.com/ 

Eurofins, Control de Calidad, Análisis de Laboratorio, Agricultura, Fertilizantes

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Autor: Rose Centeno