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Uso de Antibióticos en Alimentación Animal

Los antibióticos son sustancias químicas producidas por diferentes especies de microorganismos que suprimen el crecimiento de otros microorganismos y pueden, eventualmente, destruirlos. El anuncio del primer antibiótico sulfamídico en 1935 inició la era moderna de la terapéutica antimicrobiana, caracterizada por una enorme disminución de la morbilidad y de la mortalidad para muchas enfermedades infecciosas. El impacto de este tipo de sustancias sobre factores médicos, veterinarios, de sanidad pública, y económicos relacionados con los estados patológicos, no tiene paralelo en la historia de la terapéutica medicamentosa. Sin embargo, los antibióticos constituyen uno de los agentes farmacológicos peor usados, tanto a nivel médico como veterinario, siendo administrados en muchas ocasiones de forma irracional y en dosis inadecuadas. El empleo indiscriminado de estos productos puede acompañarse de complicaciones tales como reacciones alérgicas, superinfecciones, retrasos en la identificación del germen causal; quizás, una de las complicaciones más importantes es la aparición de gérmenes antibiótico-resistentes que a su vez, crea la necesidad cada vez mayor de nuevas drogas (Protocolo de Tratamiento del Instituto Nacional de Saude, 1990).

El Uso De Antibióticos Con Fines Terapéuticos y/o Profilácticos

Los agentes antimicrobianos deberían utilizarse exclusivamente con dos fines perfectamente definidos:
Con fines profilácticos, solamente en aquellos casos en que esté demostrado su importancia para prevenir una infección al realizar un procedimiento determinado y mientras dure éste; por ejemplo, en los ciclos iniciales de crecimiento de animales, especialmente sensibles a agentes infecciosos muy particulares. En estos casos no deberían emplearse antibióticos de adquisición reciente ya que en general son menos eficaces como preventivos de infección que los ya existentes y podrían favorecer además la aparición de resistencias.
Con fines terapéuticos, como tratamiento de una infección documentada. Esta es la forma ideal de tratamiento antimicrobiano, conociendo el germen causal.

Piensos medicamentosos

Un pienso medicamentoso procede de mezclar un medicamento veterinario y el pienso previamente a su comercialización. Se administra a los animales sin transformación alguna, con fines curativos y/o preventivos en función de las propiedades del fármaco. Los piensos medicamentosos contienen, en general, concentraciones relativamente elevadas de fármacos (del orden de 100 a 1000 mg/L) y se administran durante periodos bastante cortos. En la Directiva Europea 90/167/CEE, traspuesta a nuestra legislación mediante el Real Decreto 157/1995, se establecen las condiciones de preparación, de puesta en el mercado y de utilización de los piensos medicamentosos con el fin de garantizar un uso racional.

Premezclas medicamentosas

El medicamento veterinario, preparado de antemano con vistas a la fabricación de piensos medicamentosos, se comercializa como premezcla veterinaria para piensos medicamentosos. Estas premezclas están consideradas como medicamentos veterinarios, debiéndose adaptar a la legislación vigente publicada en el Real Decreto 109/1995.

El Uso De Antibióticos Como Promotores Del Crecimiento Animal

Los promotores de crecimiento son sustancias naturales o sintéticas con actividad farmacológica que se administran a los animales sanos a través de los piensos para acelerar la ganancia de peso y mejorar los índices de transformación de los alimentos.

Estos promotores de crecimiento pueden ser de tres tipos:

  1. Antibióticos y quimioterapéuticos de actuación sobre la microflora bacteriana del tubo digestivo, en concentraciones entre 30 y 100 mg/L, administrados sistemáticamente durante periodos largos.
  2. Sustancias ionóforas de actuación sobre el rumen.
  3. Anabolizantes, generalmente sustancias de tipo hormonal, los cuales actúan como promotores de crecimiento mediante una acción sobre el metabolismo.

Antibióticos, aditivos en alimentación animal

La lista de antibióticos aptos como promotores de crecimiento en alimentación animal se ha visto reducida durante los últimos años. Antes de 1997 se podían emplear nueve antibióticos como promotores de crecimientos: avoparcina, tilosina, espiramicina, bacitracina, virginamicina, monensina, salinomicina, flavofosfolipol y avilamicina. En ese año, 1997, la Unión Europea prohibió la avoparcina para no correr el riesgo de disminuir la eficacia de un antibiótico que la medicina humana tiene de reserva (Información Veterinaria, junio 1998). El 1 de julio de 1999, se prohibieron los cuatro siguientes: la espiramicina y la bacitracina por tener uso terapéutico humano y la tilosina por tenerlo también veterinario; en cuanto a la virginamicina, por problemas de resistencias cruzadas con otros antibióticos.
Actualmente se admite el uso de la monensina, salinomicina, flavofosfolipol y avilamicina. Se critica el uso de la avilamicina porque pertenece al mismo grupo que la everninomicina, antibiótico de reserva para medicina humana, que al menos en cuatro años no será empleado; y el uso de la flavomicina por ser similar químicamente a antibióticos conocidos, pero no empleados. En cambio, la monensina y la salinomicina no presentan problemas debido a que no tienen uso en medicina humana ni en medicina veterinaria, aunque sí como promotores (Información Veterinaria, octubre 1999). Los cuatro antibióticos legalizados permiten el control de los gérmenes patógenos Gram-positivo que pueden colonizar el intestino de los animales, lo cual facilita que el animal pueda absorber y aprovechar mejor los nutrientes que recibe a través de la dieta. Como resultado de este tratamiento se observa un crecimiento equilibrado, acorde con el alimento recibido. En explotaciones ganaderas de sistema intensivo, esta práctica facilita la producción de animales sanos, el control de la zoonosis y la garantía de una producción de alimentos más seguros.

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Referencias

Díez J.; Fabelo J.; Cuesta S.; Toubes J.L.; Cantalapiedra J.; Morillo C.; López M. Medicamentos veterinarios: comercialización, distribución e incidencia en la Comunidad autónoma Gallega”. Trabajo presentado en el congreso “IV Encontros Veterinarios Galegos” (1999).
Directiva del Consejo 90/167/CEE relativa a la preparación, puesta en el mercado y utilización de los piensos medicamentosos.
Protocolos de Tratamiento elaborados por la comisión clínica de profilaxis y terapéutica antibiótica, Ed. Instituto Nacional de Saude Hospital Juan Canalejo, A coruña. 1990.
Real Decreto 109/1995, del 27 de enero, sobre medicamentos veterinarios.
Real Decreto 157/1995 sobre piensos medicamentosos: condiciones de preparación, puesta en el mercado y utilización.

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  • Creado el
Autor: Ana Laura Barrantes