La planta, el suelo y los fertilizantes en la productividad agrícola
La productividad agrícola está determinada por las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. Es de vital importancia contar con toda la información posible sobre las condiciones en las cuales crece y se desarrolla un cultivo, para con ello, poder tener un criterio técnico que proporcione un manejo agronómico en función de las características del suelo.
Algunos de los factores que limitan la productividad en los suelos agrícolas se debe al grado de afectación por sales provocado por el manejo del suelo (uso de fertilizantes y pesticidas) o por causas naturales, afectando el microbiota del suelo, el contenido de humus y alteraciones en el pH del suelo. Por tal razón, es necesario contar con análisis químicos de suelos, que permita adaptar un manejo adecuado del cultivo, sin comprometer el potencial genético del cultivo ni el medio ambiente.
La Fao (2016) define el suelo como un sistema natural desarrollado a partir de una combinación de minerales y restos orgánicos bajo la influencia del clima y el medio biológico. Su composición está determinada por horizontes y suministra en parte los nutrientes y el sostén que necesita la planta. Estos nutrientes se dividen en macronutrientes y micronutrientes. Los primeros, la planta los requiere en mayor cantidad durante el ciclo de vida y, los segundos, son aquellos que la planta requiere en cantidades menores, pero son vitales para un buen desarrollo de las plantas.
Entendemos como fertilidad de suelos, a la capacidad de suministrar los nutrientes que demanda el cultivo. Esta disponibilidad de nutrientes, está relacionada con el ambiente y la misma planta, por tanto, su cuantificación no es sencillo de realizar y casi imposible de hacer con el uso de un solo criterio, por el contrario, se necesita la participación de varios parámetros de carácter químico y biológico, es decir, el análisis químico de suelos debe ir acompañado de un diagnostico visual del suelo, análisis químico de planta, pruebas biológicas y pruebas con microrganismos.
El análisis químico de suelos se considera una herramienta que, si se utiliza correctamente, puede ayudar a diagnosticar problemas inherentes a la fertilidad del suelo y sus soluciones. Generalmente, lo que se pretende al realizar un análisis químico de suelos, es evaluar el estado de fertilidad del suelo y recomendar algún fertilizante.
A pesar que un análisis de laboratorio en suelos nos indica la capacidad del suelo de suministrar nutrientes a la planta, pareciera ser que estos van más allá de los aspectos nutricionales, al considerar que también proporciona una comprensión de los antecedentes del suelo y su manejo agronómico, lo que ayuda a obtener información de clasificación del suelo, comprender sus causas y relacionarlo con el medio ambiente, además, verificar los resultados de las mediciones y observaciones en pruebas realizadas en campo, para determinar el impacto ecológico o ambiental en determinadas prácticas agronómicas, y, diagnosticar el alcance del impacto de las sales causadas por el manejo del suelo o por causas naturales y brindar recomendaciones para su restauración (si corresponde).
Los suelos proporcionan una variedad de servicios ecosistémicos que son fundamentales para el bienestar humano, y la vida en la tierra, como por ejemplo el suministro de alimentos y agua potable, además, contribuye a la regulación del clima. El suelo se forma lentamente. Se conoce que el suelo se forma en 0.036 milímetros cada año, y se degrada 2.36 milímetros por año.
Las plantas, requieren 17 elementos químicos esenciales (nutrientes) que deben estar presentes en los suelos para que estas tengan un óptimo crecimiento y desarrollo. La ausencia o exceso de algún elemento esencial puede generar varios problemas que se ven reflejados en la producción de la planta. Por tal razón, comprender la dinámica de los elementos esenciales en el suelo y los factores edafoclimáticos que influyen, es vital para elaborar un plan de nutrición para las plantas, y un análisis de los suelos juega un papel importante.
De manera general, para realizar un análisis en la fertilidad de suelos, se toma en consideración, el muestreo, este debe ser representativo para obtener una alta confiabilidad en los resultados; la solución química utilizada para extraer una fracción del total del elemento esencial para el crecimiento de la planta, para luego cuantificar la cantidad solubilizada siguiendo los procedimientos químicos convenientes; por último la interpretación de los resultados, debiendo tomar en cuenta el porcentaje del rendimiento máximo que se puede alcanzar con ese nivel de disponibilidad. A estos procesos se le conoce como “calibración” y es necesario para obtener resultados confiables.
Para determinar qué fertilizante es ideal para un tipo de suelo, y la dosis adecuada, se deben interpretar en los resultados del análisis los siguientes parámetros: pH, fósforo disponible, calcio intercambiable, magnesio intercambiable, potasio intercambiable, sodio intercambiable, azufre extraíble, aluminio intercambiable y microelementos. Además, se debe calcular la suma de las bases, la capacidad de intercambio catiónico efectivo (CICE) y el porcentaje de saturación de aluminio.
En TSI Life Science Advance, socios comerciales de Eurofins para América Latina, se desarrollan análisis en todo tipo de suelos para cualquiera que sea el cultivo de interés. Entre ellos destacan:
- Análisis de rutina en suelos agrícolas o naturales (macro y micronutrientes).
- Análisis vegetal o de planta.
- Análisis de agua con fines de riego.
- Prueba de formulaciones en abonos sintéticos (fertilizantes).
- Análisis de abonos orgánicos (compost).
- Relación C:N, pH, Sales Solubles, etc.
Referencias
DICTA. (2016). Manejo de suelos ácidos de las zonas altas de Honduras. http://repositorio.iica.int/handle/11324/3108
Fao. (2016). Soils and pulses: symbiosis for life. www.fao.org/publications
Guerrero, R. (1982). El diagnostico químico de suelos. Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo. http://hdl.handle.net/20.500.12324/14618
Análisis de suelos, Productividad agrícola, Fertilidad del suelo, Nutrientes esenciales, Manejo agronómico
- Autor: Luis Bocock